No es coña.
Es muy complicado crear, mantener y multiplicar un proyecto rentable si no te sientes bien con lo que haces. Y ni te digo si los empleados están insatisfechos o los clientes se quejan o sienten estafados (tengan razón o no).
Es más. Te cuento un “secreto”.
He visto cerrar varios negocios rentables porque los dueños o caras visibles estaban quemadísimos del día a día. ¿Las causas? Síndrome del objeto brillante, expectativas irreales, no pensar en consecuencias de segundo orden, impaciencia, inacción, etc.
Usa la cabeza porque es lo contrario a rayarse: elige, encuentra y analiza la info necesaria para tomar tu decisión. Evita la parálisis por análisis.
Toma decisiones y responsabilízate de las cagadas y aciertos propios de tu cargo. Si no, no te quejes porque “el mercado está mal”, “los clientes están locos”, “todo me pasa a mí” o “qué mala suerte”.
Aprende tanto de esas cagadas como de los aciertos o te vas a dejar mucha pasta por el camino. Hay que ser más humilde cuando van las cosas bien y no machacarte al cagarla. No siempre eres tan crack ni tan malo y ahí es donde se nota la experiencia. 😉
Sobre ventas, gestión de equipos, estrategia de negocio, análisis de información o comunicación.
A la carta según lo que necesite el proyecto, pero siempre exigiendo implicación; no estamos en el colegio ni me gusta cobrar por dar la chapa.
Ej: una formación de comunicación asertiva para los responsables de tu equipo
No es la típica consultoría de “a ver qué me cuentas” y la mitad del tiempo se va en conocer tu proyecto.
A la sesión venimos ambos con los deberes hechos y trabajamos el tema concreto con el que necesites ayuda durante 1-2h.
Ej: una consultoría para trabajar la estrategia de ventas para el próximo Black Friday
El comodín por si necesitas algún servicio que yo no puedo dar y no sabes con quién trabajar.
Te pongo en contacto con personas de confianza que creo que pueden ayudarte. Currar con ellos o no es decisión tuya.
Ej: necesitas que alguien te monte una campaña de publicidad en Meta o Google Ads
Emprendí en 2018 como copywriter y fui aceptando nuevos retos hasta acabar dirigiendo equipos de marketing y desarrollo (y mis pinitos como COO si te molan las siglas).
He estado detrás de la estrategia, desarrollo y comunicación de promociones desde 50-800K€. Si sumamos, llegamos a los 10M€. Aunque a mí me importan más las cifras de rentabilidad, beneficios y buen rollo tras un curro intenso.
Me he formado en Administración y Dirección de Empresas, Copywriting, Liderazgo Integral, Inteligencia Artificial para negocios, Growth Hacking y unas cuantas más de marketing y desarrollo personal que no voy ponerte para no aburrir. Solo quédate con que no paro de aprender. ^^
Dicen que si no estás en las redes, no existes. No es para tanto. Yo apuesto más por las redes sociales presenciales y hacer buenos contactos. Así he trabajado en proyectos bastante potentes sin ser “conocido”.
Hago una movida chunga que se llama calistenia. Básicamente consiste hacer ejercicios con tu propio peso. Es muuucho más difícil de lo que parece. Si no te lo crees, te animo con algo básico como muscle ups (busca en Google).
No es raro verme un lunes, viernes o un domingo por la noche tomando unas cervezas con mis amigos. Aunque también está la otra cara de la moneda: aprovecho la más mínima oportunidad para ir a la montaña o a la playa. Quedarme en casa nunca es una opción (salvo cuarentena).
Tengo una colección de cervezas IPA que voy recolectando a lo largo de los años y del mundo (lo que me estoy bebiendo en la foto volvió a España). El máximo son 60 así que, cuando entra alguna nueva, tengo que tirar una vieja. ¿Perfumes? Tengo solo 25, lo justo para tener uno para cada ocasión, estación o estado de ánimo.
Me encantan los coches y conducir. Desde pequeño tuve fijación con la velocidad y las curvas. Algún día tendré un garaje con muchos coches y poco tiempo para conducirlos.
A veces me preguntan si traigo los chistes (malos) preparados de casa. Cuentan por ahí que tengo el récord mundial de estupideces por minuto.
Hablo mucho de vender, rentabilidad, etc. Eso es lo más importante en un proyecto, pero a mí no me sirven de nada si a cambio lo pagas con la vida que otros quieren que lleves y no la que tú has elegido.
Si me preguntas a mí. Tengo mi propio negocio porque necesito ser yo quien elija las pequeñas cosas: no usar despertador, irme a la playa un jueves o salir de birras un martes.